Insuflación rectal, otra forma de administrar la ozonoterapia

Video: 7 razones para incluir la ozonoterapia en la medicina del futuro

Gracias por dedicar estos minutos para adentrarte al mundo de la ozonoterapia.
El propósito de estos boletines es profundizar en el conocimiento de la práctica de la ozonoterapia para el tratamiento de diversos padecimientos mediante la divulgación de muchos de los trabajos que han sido publicados en las últimas décadas.

En ozonoterapia, la insuflación rectal (IR) consiste en la aplicación de una mezcla de oxígeno/ozono en forma de gas, directamente al recto (1-3). Esta técnica aprovecha que el ozono, administrado de esta manera, interacciona rápidamente en el contenido luminal del intestino, donde las mucoproteínas y otros productos de secreción con actividad antioxidante reaccionan con él y producen los mensajeros de la ozonoterapia: las especies reactivas de oxígeno (ERO) y los productos de oxidación lipídica (POL) (1, 4), los cuales actúan localmente o llegan a través de la mucosa a la circulación de los capilares venosos y linfáticos (3) para ejercer su efecto terapéutico en el organismo. Para facilitar su aplicación, el Comité Científico Internacional de Ozonoterapia ha elaborado un procedimiento exhaustivo para el uso de la ozonoterapia rectal (2), además de otros documentos disponibles sobre esta técnica (1, 3, 5).

La IR de ozono requiere de un lavado intestinal previo, realizado no más de dos horas antes de su administración (5), pues hay una relación directa entre la limpieza del intestino y la cantidad de ozono que absorbe la sangre. La insuflación se realiza con una jeringa de Janet o con bolsas especiales de plástico unidas a cánulas de cloruro de polivinilo (5).

Material para insuflación rectal

Debido a su relativa sencillez, la IR puede ser una vía de elección en Pediatría, para pacientes de edad avanzada y para quienes presentan dificultades al acceso venoso requerido para la autohemoterapia mayor (AHM) (1-2, 6).

 

IR de ozono, ¿una terapia riesgosa?

Al igual que con otras vías de administración de la ozonoterapia, han sido muy escasos los reportes de pacientes que presenten efectos no deseados de importancia, mucho menos de reacciones graves (6-10); en la mayoría de los reportes se trata de reacciones frecuentes en la aplicación de muchos medicamentos, que pasan rápidamente sin dejar secuelas (  ).

Los pocos casos de más gravedad se deben casi siempre a errores en la administración de la ozonoterapia, y no a la terapia en sí misma. Por el contrario, en repetidas ocasiones se comprueba que es una terapia menos riesgosa que la convencional (   ), o es una forma de aliviar los efectos colaterales de esta última (   ).

 

Las bases de la IR de ozono médico

La IR es una de las primeras formas de aplicación de la ozonoterapia. Entre los primeros reportes están los tratamientos de colibacilosis aplicados por el Dr. Aubourg en 1936, en donde se apreció una clara mejoría en los signos clínicos de esta enfermedad (11, citado en 3 y 6, 12, citado en 3, 13), y de colitis crónica y fístula de 1940 (14, citado en 15).

Posteriormente, en 1957, el Dr. Joachim Hänsler diseñó el primer generador de ozono grado médico (13), el cual permitía la dosificación terapéutica en concentraciones variables, y creó los primeros plásticos resistentes al ozono, lo que facilitó la administración de la ozonoterapia por IR (16, citado en 5) y otras vías.

Más recientemente el Dr. H. Knoch, que trató con éxito diversas formas de hepatitis con IR de ozono (17, 18, citado en 5) propuso que el gas se absorbe rápidamente en el recto, lo cual incrementa la presión parcial de oxígeno de la vena porta y proporciona una vía rápida de llegada de oxígeno al hígado. Este mecanismo fue corroborado recientemente en ensayos preclínicos realizados en conejos (19).

IR de ozono: ¿terapia local o sistémica?

Esta técnica puede ser usada para tratamientos sistémicos y locales, tal como ha sido demostrado a lo largo de más de ocho décadas de su utilización documentada (5-6), para lo cual sólo es necesario hacer un ajuste en la dosis, de acuerdo con la enfermedad a tratar. A continuación se mencionan algunos de los estudios realzados en los últimos años.

 

Efecto local

Aunque son pocos los reportes, hay evidencias de que la IR de ozono actúa localmente en el intestino y es una terapia útil para el tratamiento de proctitis (6, 20-21, 22, citado en 2), proctocolitis, heridas (23), disbiosis (24) y fístulas anales (citado en 2).

En el caso de proctitis hemorrágica persistente provocada por radiación en pacientes con cáncer de próstata o ginecológico, la ozonoterapia rectal mejoró de manera significativa los grados de toxicidad aún en el largo plazo (25-26), por lo que esta forma de ozonoterapia puede ser considerada un tratamiento complementario de utilidad para disminuir la toxicidad de la quimioterapia utilizada en este padecimiento (27).

 

Efecto sistémico

La ozonoterapia por IR está considerada una vía de administración sistémica de la ozonoterapia, que hace llegar los efectos benéficos del ozono a todo el cuerpo, tal como ha sido reportado en estudios preclínicos y clínicos realizados en diversos países del mundo. Los beneficios de la IR han sido equiparados con la AHM, y debido a su fácil aplicación, con frecuencia se le considera una alternativa a esta vía de administración (3, 6).

Esto puede comprobarse, por ejemplo, por la inducción de cambios metabólicos que se traducen en un incremento de la producción de ATP y de 2,3-DPG, lo cual es una característica general de la ozonoterapia que también ha sido observada en la IR (28). Veamos la forma en que estos aspectos terapéuticos son aprovechados en beneficio de diversos órganos y sistemas del cuerpo.

La IR de ozono médico tiene efectos benéficos en pacientes con diabetes, la enfermedad crónica con mayor prevalencia en nuestro país, y sus complicaciones. En combinación con la aplicación local del gas O2/O3, y en ocasiones como adyuvante de la terapia convencional, ha sido utilizada en el tratamiento de pie diabético, debido a que la inadecuada oxigenación de los tejidos (29-30) y el estrés oxidativo pueden ser agravantes en las complicaciones de la diabetes (31-34), y de manera más general para heridas que no sanan (33).

Úlcera por diabetes

En pacientes con este padecimiento se ha observado mejoría en glicemia, hemoglobina y estrés oxidativo (35), así como normalización de la actividad de la SOD, lo cual se traduce en una importante reducción del dolor (33) y un menor número de amputaciones (34). Efectos similares habían sido observados en un estudio preclínico previo (36).

Como se mencionó antes, el hígado también es un blanco terapéutico de la ozonoterapia por IR. Estudios preclínicos han demostrado que el pre condicionamiento con ozono, antes de la inducción de isquemia-repercusión hepática, ayuda a restablecer el balance antioxidantes-prooxidantes en isquemia-reperfusión hepática (37), en donde se observa que en los animales tratados con ozono el aumento de lactato y transaminasas es mucho menor que en el grupo control, mientras que la actividad de superóxido dismutasa (SOD) aumenta significativamente en comparación con los no tratados.

Esta técnica también ha demostrado ser valiosa para tratar la hepatitis C, pues en combinación con la AHM se han logrado buenos resultados en su tratamiento sin riesgos de complicaciones secundarias, incluso en casos en que otras patologías estaban involucradas. Los estudios demostraron que parámetros de funcionamiento hepático, como niveles de bilirrubina y albumina, recuperaron valores normales rápidamente, además de haberse demostrado un efecto antiinflamatorio en el hígado (38-41).

Se ha comprobado que la IR con ozono activa el sistema inmune. En un estudio se reporta el caso de pacientes con deficiencia de IgA que fueron tratados con 40 sesiones durante un lapso de tres meses. Un mes después de haber completado esta terapia en 70% de ellos se observó un incremento de IgG e IgM, además de una disminución de moléculas prooxidantes, una modulación de la actividad del glutatión y un incremento de la actividad de las enzimas antioxidantes (42).

La IR de gas oxígeno/ozono también puede ser de utilidad para padecimientos renales. En un estudio preclínico con un modelo de nefrectomía parcial (43), las ratas que recibieron ozonoterapia tuvieron mejores resultados en flujo renal plasmático, velocidad de filtración glomerular e índice de excreción urinaria y valores de creatinina y excreción de proteínas, además de presentar menos lesiones renales que el grupo control. Por otro lado, la interleucina 6 estaba disminuida y la actividad de SOD, CAT y glutatión peroxidasa incrementada, así como la concentración de glutatión reducido, en comparación con los grupos placebo y control.

Gracias a su capacidad para combatir el estrés oxidativo y restablecer el balance redox, esta vía también puede beneficiar al sistema nervioso central. De acuerdo con un estudio preclínico la desmielinización, un efecto paralelo de la esclerosis múltiple, podría ser aliviada con IR en combinación con la mitad de la dosis habitual de corticosteroides (44), pues además de una mejoría en los marcadores de estrés oxidativo se vio en las ratas tratadas un mejor desempeño en su conducta.

En otro estudio preclínico la IR de ozono condujo a un efecto protector contra convulsiones inducidas en un modelo experimental (45), pues tardaron más en presentarse en los animales tratados con ozono.

La retina, una capa muy delicada del ojo, fundamental para la visión, puede sufrir apoptosis y adelgazamiento asociados a altas dosis de antiinflamatorios esteroideos (46). La IR de ozono puede ser de utilidad aquí, como lo señala un estudio preclínico en donde su aplicación mejoró los parámetros histopatológicos y bioquímicos, con incremento de la actividad de SOD y CAT y menores estrés oxidativo e inflamación, lo que dio por resultado mayor grosor de la retina y menos apoptosis (47).

En pacientes con retinitis pigmentosa, 50% de quienes recibieron ozonoterapia rectal cada seis meses durante 20 años mejoraron su campo visual, sobre todo quienes se encontraban en etapas iniciales de la enfermedad (48). El efecto señalado es más marcado durante los primeros cuatro meses posteriores a cada tratamiento. El efecto neto fue que la terapia prolongó la buena capacidad visual de los pacientes más allá de lo esperado.

También la salud cardiovascular es blanco de la ozonoterapia por IR (8, 49-51). Experimentos preclínicos han comprobado que el pre condicionamiento alivia el estrés oxidativo y la cardiotoxicidad que son frecuentes en la administración de doxorrubicina, medicamento anticancerígeno (52), por lo que esta terapia puede considerarse una buena opción como adyuvante del tratamiento principal del cáncer para evitar este efecto secundario.

La utilidad de la IR en pacientes con enfermedad coronaria arterial puede estar asociada con su capacidad de mejorar la circulación sanguínea y la entrega de oxígeno a los tejidos (8), pues cuando es administrada junto con los antitrombóticos habituales se mejora el tiempo de protrombina sin que se modifique el tiempo de sangrado, además de mejorar el estado antioxidante y la detoxificación de H2O2.

También el sistema músculo esquelético ha sido objeto de mejoría de la ozonoterapia por IR, por ejemplo en casos de fibromialgia (53-55). Por otro lado la microdisectomía, un tratamiento habitual para aliviar el dolor producido por hernias discales, entraña los riesgos asociados con una operación de la espalda. El tratamiento con ozono administrado por IR y otras vías de aplicación fue tan efectivo como la cirugía en el alivio del dolor, aunque con un mucho mayor margen de seguridad (56).

Por último una referencia a la aplicación de la ozonoterapia por IR en el tratamiento de parálisis de Bell, en donde se observó una buena recuperación en comparación con el tratamiento convencional (57).

 

La importancia de la dosis

Como se observa, la ozonoterapia por IR tiene una amplia gama de aplicaciones en la medicina, frecuentemente como coadyuvante del tratamiento convencional, ya sea para potenciar su efecto terapéutico, ya para disminuir los efectos secundarios que produce.

Es fundamental, sin embargo, al igual que en las otras vías de aplicación de la ozonoterapia, ser extremadamente cuidadoso con la dosis y la duración de los tratamientos, para evitar que se presenten efectos indeseables asociados no con la aplicación del ozono, sino con una cantidad elevada que puede resultar tóxica, la mayoría de los casos de efectos dañinos de la ozonoterapia tienen este origen.

Muchos de los artículos referenciados, así como otros que no han sido incluidos en esta nota, dan cuenta de la dosificación del ozono en cada caso. Es importante hacer un cuidadoso análisis de las experiencias clínicas reportadas y evitar un error al aplicar la IR de ozono médico.

 

Referencias

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Dato de interés

En1980 mil terapistas alemanes habían dado 5 millones de terapias de ozono. El 99% reportó efectivo el tratamiento.

Famosos en ozonoterapia

Jane Fonda