Resumen:

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es la enfermedad respiratoria causada por el nuevo síndrome respiratorio agudo severo (coronavirus-2) y se caracteriza por manifestaciones clínicas que van desde síntomas leves similares a los de la gripe hasta insuficiencia respiratoria grave e insuficiencia multiorgánica. Los pacientes con síntomas más graves pueden requerir tratamientos de cuidados intensivos y enfrentan un alto riesgo de mortalidad. Además, las complicaciones trombóticas como la embolia pulmonar y la coagulación intravascular diseminada son frecuentes en estos pacientes. De hecho, COVID-19 se caracteriza por una respuesta inflamatoria anormal que se asemeja a una tormenta de citocinas, que se asocia con disfunción endotelial y complicaciones microvasculares. Hasta la fecha, no hay tratamientos específicos disponibles para COVID-19 y su complicación potencialmente mortal. Medicamentos inmunomoduladores, como la hidroxicloroquina y los inhibidores de la interleucina-6, así como fármacos antitrombóticos como la heparina y la heparina de bajo peso molecular, se están administrando actualmente con algún beneficio. La ozonoterapia consiste en la administración de una mezcla de ozono y oxígeno, denominada ozono médico, que se ha utilizado durante más de un siglo como práctica médica no convencional para diversas enfermedades. El fundamento del ozono médico en COVID-19 es la posibilidad de contrastar la disfunción endotelial, modular la respuesta inmune y actuar como agente virustático. Por lo tanto, el ozono médico podría ayudar a disminuir la inflamación pulmonar, ralentizar el crecimiento viral, regular la circulación y la oxigenación de los pulmones y prevenir la trombosis microvascular.

Autores:
Giovanni tommaso Ranaldi, Emanuele Rocco Villani, Laura Franza

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