Vías de aplicación de la ozonoterapia

Autohemoterapia

Video: De la historia de la ozonoterapia

 

Gracias por dedicar estos minutos para adentrarte al mundo de la ozonoterapia.
El propósito de estos boletines es profundizar en el conocimiento de la práctica de la ozonoterapia para el tratamiento de diversos padecimientos mediante la divulgación de muchos de los trabajos que han sido publicados en las últimas décadas.

Son varias las vías de administración del ozono médico, entre otras las autohemoterapias mayor y menor (1-4), las insuflaciones rectal (5-8) y vaginal (9), y las aplicaciones intraarticular (10-12), intervertebral (13-15), paravertebral (16-17) y tópica (18-19). Todas estas técnicas, además de ser ampliamente utilizadas, cuentan con el respaldo de investigaciones realizadas desde hace décadas en diversas partes del mundo.

Al hablar de la aplicación de la ozonoterapia debemos recordar que el ozono inhalado es altamente tóxico debido a la carencia de sistemas antioxidantes efectivos en la mucosa respiratoria que contrarresten sus efectos indeseables (20-22). Por esta razón el ozono nunca debe administrarse por vía respiratoria (18, 20).

 

¿Qué es la autohemoterapia?

La referencia en español más remota que describe la autohemoterapia data de 1938 y se encuentra en la Terapéutica Biológica de Gaston Lyon, donde se dice: “La autohemoterapia consiste en obtener de una vena cierta cantidad de sangre y reinyectarla inmediatamente en el tejido muscular o subcutáneo. Por el corto tiempo que transcurre entre estas dos operaciones, no hay una coagulación posible de la sangre”. (23) Es decir, en la autohemoterapia una misma persona es donadora y receptora de su propia sangre.

A mediados de la década de 1980 el Dr. Jorge González Ramírez, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas, de la UNAM, estudió a fondo esta técnica y sentó las bases para su manejo adecuado y ético en la creación de vacunas contra enfermedades autoinmunes (24-25). En sus investigaciones el Dr. González no utilizó ozono.

 

Dr. Jorge González Ramírez

 

La autohemoterapia en ozonoterapia

En ozonoterapia, la autohemoterapia es el procedimiento mediante el cual un volumen de sangre es extraído del cuerpo, expuesto por poco tiempo a una mezcla de gas O₂/O₃, y luego infundido de vuelta al organismo del donador, bien por vía endovenosa (autohemoterapia mayor) o intramuscular (autohemoterapia menor) (18).

El Dr. Wiliam Turska, médico de Oregon usuario de la ozonoterapia desde 1948, fue el primero en inyectar ozono médico en la vena porta, de manera que llegara al hígado a ejercer su efecto terapéutico (citado en 26). El Dr. Turska escribió en 1951 el artículo Oxidation (citado en 26-27), que ha sido un documento de referencia desde entonces.

Pero fue el Dr. Hans Wolff, médico polaco, quien en 1961 introdujo el uso de las autohemoterapias mayor y menor en la ozonoterapia (citado en 26-27). El Dr. Wolff, radicado en 1953 en Frankfurt, Alemania, utilizó ozono en su consulta a partir de ese mismo año y más adelante escribió el libro Ozono médico (citado en 26). Formó a muchos médicos ozonoterapeutas durante su práctica profesional.

 

Autohemoterapia mayor

En esta técnica un volumen de entre 100 a 300 ml (la declaración de Madrid y la Guía para el uso médico del ozono dicen que de 50 a 100) de sangre es extraído y colocado en una bolsa estéril para transfusión sanguínea que contiene gas oxígeno/ozono (18, 28). La bolsa con la sangre es agitada vigorosamente durante unos segundos y la sangre es infundida de regreso al organismo a través de una vena.

Es decir, la autohemoterapia mayor es una transfusión autóloga que, gracias a la interacción del ozono con la sangre, activa el mecanismo de defensa antioxidante del organismo y todos los efectos terapéuticos del ozono. Ésta es, probablemente, la forma más común de administración de la ozonoterapia (28). Es muy importante ser muy cuidadoso con la cantidad de sangre a extraer e infundir ozonizada al cuerpo, para evitar algún trastorno hemodinámico en este último paso (28-29).

 

Mezclando sangre y ozono

Regresando la sangre ozonizada al cuerpo

 

Autohemoterapia menor

En esta técnica se extraen entre cinco y diez ml de sangre con una jeringa estéril, desechable, libre de pirógenos y previamente cargada con una mezcla de gas oxígeno/ozono. La jeringa es agitada intensamente por unos segundos para propiciar la reacción entre el ozono y los componentes del plasma sanguíneo, y la sangre ozonizada es inyectada por vía muscular al mismo paciente (18).

Se trata de un método sencillo, no invasivo que produce un doble efecto en el organismo: por un lado la sensación de cuerpo extraño que produce la sangre en el músculo estimula la producción de macrófagos en la médula ósea, lo que incrementa el número de estas células en el organismo; por otro lado la ozonización de la sangre produce en el plasma los mensajeros que, una vez inyectados en el músculo, llevan la señal de estrés oxidativo a diversos órganos del cuerpo, en donde desencadenan la respuesta del organismo propia de la ozonoterapia.

La Declaración de Madrid sobre ozonoterapia señala que la autohemoterapia menor es indicada para todas las enfermedades dermatológicas, como autovacuna en psoriasis, dermatitis, eczema, acné vulgar, alergias y forunculosis y como un adyuvante en el cáncer o en patologías debilitantes crónicas (18).

 

Autohemoterapia menor

 

Aplicaciones médicas

De acuerdo con estudios clínicos realizados en diversas partes del mundo, la autohemoterapia, mayor o menor, puede ser una buena opción como tratamiento principal o adyuvante en padecimientos cerebrovasculares (28-33), diabetes y sus complicaciones (25, 34-35), fibromialgia (36-38), alteraciones maculares (39-40), enfermedades autoinmunes, cáncer (41-44), VIH, trastornos circulatorios (45), padecimientos hepáticos (46-48), como terapia antienvejecimiento, dolor e inhabilitación articular (49-52), acné (53) y alergias y para la activación no específica del sistema inmune o en la realización de cirugías diversas (54) , entre otras aplicaciones. Es importante también tomar en cuenta que estas técnicas tienen algunas contraindicaciones (1).

 

Mecanismo de acción

El mecanismo de acción del ozono en el cuerpo será tratado en detalle en notas posteriores. Baste ahora decir que ha sido ampliamente estudiado (55-56) y ahora se sabe que involucra la modulación de procesos inflamatorios, del sistema de defensa antioxidante, del metabolismo del oxígeno y del sistema inmune, entre otros.

Es importante mencionar, sin embargo, que en las autohemoterapias mayor y menor el ozono nunca entra en contacto con el paciente, pues antes de que la sangre sea devuelta al cuerpo el ozono se disuelve en el agua del plasma y reacciona de inmediato con los antioxidantes naturales y otras moléculas del organismo (18, 28).

 

 

 

Beneficios de la autohematoterapia

  • Las enfermedades autoinmunes tienden a disminuir su sintomatología y a requerir menores dosis de medicamentos
  • El metabolismo del oxígeno se incrementa hasta un 60% (57-58)
  • Mejora la microcirculación y aumenta la liberación de 2-3 difosfoglicerato, enzima esencial para el transporte de oxígeno (2, 31, 58-60)
  • El sistema inmunológico libera citoquinas que ayudan a regular los procesos inflamatorios (61-62)
  • La piel se rehidrata y se fortifican las uñas
  • Se alcanza una sensación de plenitud energética, aumenta la vitalidad (41)
  • Aumenta la potencial sexual
  • Mejora la capacidad intelectual y la concentración (63)
  • Mejoran el estado de ánimo (64) y la regulación del sueño
  • Restablece el balance prooxidantes-antioxidantes (63, 65-68)

Es muy importante mencionar que, al igual que con otras formas de administración de la ozonoterapia, cuando se aplican las dosis adecuadas las autohemoterapias mayor y menor tienen pocos efectos colaterales adversos (36, 45, 68).

 

 

 

¿Las personas sanas pueden someterse a la autohemoterapia mayor?

La autohemoterapia puede ser aplicada sin riesgo a una persona sana. Se ha sugerido que El ozono mezclado con la sangre puede ser utilizado como terapia antienvejecimiento, pues al estimular los mecanismos de respuesta ante el estrés oxidativo hace que disminuya la concentración de radicales libres en el organismo, que es mencionada como factor desencadenante de daño celular, y por lo tanto de muchas enfermedades y el envejecimiento (69). De esta manera la autohemoterapia ayuda a cualquier persona a mantenerse sana y a disminuir los síntomas del envejecimiento.

 

 

 

Referencias

  1. Viebahn-Häsler, R., et al. (2012), Ozone in medicine: the low-dose concept – guidelines and treatment strategies, Ozone: Science & Engineering, no. 34, pp. 408-424, doi: 10.1080/01919512.2012.717847
  2. Hakki, I., et al. (2019), Investigation of the effects of major ozone autohemotherapy application on erythrocyte deformability and aggregation, Clinical Hemorheology and microcirculation, vol. 71, no. 3, pp. 365-372, doi: 10.3233/CH-180417
  3. Mehraban, F., et al. (2018), Molecular insights into the effect of ozone on human hemoglobin in autohemotherapy: highlighting the importance of the presence of blood antioxidants during ozonation, International Journal of Biological Macromolecules, no. 119, pp. 1276-1285, doi: 10.1016/j.ijbiomac.2018.08.028
  4. Karima, H. (2018), Minor ozonized autohemotherapy in a 2 year old boy with speech delay and cytomegalovirus infection: a case report, Revista Española de Ozonoterapia, vol. 8, no. 1, pp. 165-169
  5. Martínez-Sánchez, G., and L. Re (2012), Rectal administration and its application in ozonetherapy, International Journal of Ozone Therapy 2012, no. 11, pp. 41-49
  6. Hidalgo-Tallón J., et al. (2012), Ozone therapy as add-on treatment in fibromyalgia management by rectal insufflation: an open-label pilot study, The Journal of Alternative and Complementary Medicine, vol. 18, no. 3, pp. 238-242, doi: 10.1089/acm.2011.0739
  7. Vaiano, F., and Fortunato Loprete (2016), Large auto-hemoinfusion versus rectal insufflation in patients with metabolic síndrome, Ozone Therapy 2016, vol. 1, 5841, doi: 10.4081/ozone.2016.5841
  8. Clavo, B., et al. (2015), Ozone therapy in the management of persistent radiation-induced rectal bleeding in prostate cancer patients, Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine, vol. 2015, art. 480369, 7 p., doi: 10.1155/2015/480369
  9. García, B., y Arianna Goncalves (2019), Ozonoterapia y virus del papiloma humano en cuello uterino, Ozone therapy global journal, vol. 9, núm. 1, pp. 145-160
  10. Santos, A., et al. (2020), Anti-inflammatory dffect of ozone therapy in an experimental model of rheumatoid arthritis, Inflammation, no. 43, pp. 985-993, doi: 10.1007/s10753-020-01184-2
  11. Babaei-Ghazani, A., et al. (2019), Comparison of ultrasound-guided local ozone (O2-O3) injection vs corticosteroid injection in the treatment of chronic plantar fasciitis: a randomized clinical trial, Pain Medicine, vol. 20, no.2, pp. 314-322, doi: 10.1093/pm/pny066
  12. Ahmad S., et al. (2018), Intra-articular ozone or hyaluronic acid injection: which one is superior in patients with knee osteoarthritis? A 6-month randomized clinical trial, Journal of Pain Research, no. 11, pp. 111-117, doi: 10.2147/JPR.S142755
  13. Giurazza, F., et al (2017), Intradiscal O2O3: rationale, injection technique, short- and long-term outcomes for the treatment of low back pain due to disc herniation, Canadian Association of Radiologists Journal, vol. 68, no. 2, pp. 171-177, doi: 10.1016/j.carj.2016.12.007
  14. Bonetti, M., et l. (2016), Herniated disks unchanged over time: size reduced after oxygen-ozone therapy 2016, Interventional Neuroradiology, vol. 22, no. 4, pp. 466-472, doi: 10.1177/1591019916637356
  15. Yu, Z., et al. (2012), Targeted injection of ozone through the posterior approach via the spinal canal and dural sac for treating lumbar disc herniation, Journal of the Southern Medical University, vol. 32, no. 2, pp. 243-246
  16. Biazzo, A., et al. (2018) Intramuscular oxygen-ozone therapy in the teatment of low back pain, Acta Biomedica, vol. 89, no. 1, pp. 41-46, doi: 10.23750/abm.v89i1.5315
  17. Torri, G., et al. (1999), Clinical experience in the treatment of lumbar disk disease, with a cycle of lumbar muscle injections of an oxygen + ozone mixture, International Journal of Medicine, Biology and the Environment, no. 27, pp. 177-183
  18. International Scientific Comittee of Ozone Therapy (2020), Declaración de Madrid sobre la ozonoterapia, 3ª. ed., ISCO3
  19. Zhang, J., et al. (2014), Increased growth factors play a role in wound healing promoted by noninvasive oxygen-ozone therapy in diabetic patients with foot ulcers, Oxidative Medicine and Cellular Longevity, vol. 2014, 273475, doi: 10.1155/2014/273475
  20. Bocci, V., et al. (2009), The ozone paradox: ozone is a strong oxidant as well as a medical drug, Medical Research Reviews, vol. 29, no. 4, pp. 646-682, doi: 10.1002/med.20150
  21. Bocci, V. (2006), Is it true that ozone es always toxic? The end of a dogma, Toxicology and Applied Pharmacology, no. 216, pp. 493-504, doi: 10.1016/j.taap.2006.06.009
  22. Bocci, V. (2004), Ozone as Janus: this controversial gas can be either toxic or medically useful, Mediators of Inflammation, vol. 13, no. 1, pp. 3-11, doi: 10.1080/0962935062000197083
  23. Lyon, G. (1938), Terapéutica biológica, UTEHA, México, D.F.
  24. González, J. (2000), In diabetes mellitus 2, the autoantibodies are turned negative through autohemoterapy, Diabetes Research and Clinical Practice, vol. 50, suppl. 1, p. 173, doi: 10.1016/S0168-8227(00)82046-X
  25. González, J. (2000), Autohemotherapy effects on the treatment of diabetes mellitus type 2, Diabetes Research and Clinical Practice, vol. 50, suppl. 1, 224, doi: 10.1016/S0168-8227(00)82220-2
  26. Schwartz, A., y G. Martínez-Sánchez (2012), La ozonoterapia y su fundamentación científica, Revista Española de Ozonoterapia, vol. 2, no. 1, pp. 163-198
  27. Pressman, Saul (2007), The story of ozone, Plasmafire Intl, Langley, British Columbia
  28. Schwartz, A., et al. (2011), Guía para el uso médico del ozono, Aepromo, Madrid
  29. Mehraban, F., et al. (2019), Personalizing the safe, appropriate and effective concentration(s) of ozone for a non‑diabetic individual and four type II diabetic patients in autohemotherapy through blood hemoglobin análisis, Journal of Translational Medicine, no. 17, 15 p., doi: 10.1186/s12967-019-1973-5
  30. Wu, X., et al. (2016), Magnetic resonance diffusion tensor imaging following major ozonated autohemotherapy for treatment of acute cerebral infarction, Neural Regeneration Research, vol. 11, is. 7, pp. 1115-1121, doi: 10.4103/1673-5374.187046
  31. Molinari, F, et al. (2014), Ozone autohemotherapy induces long-term cerebral metabolic changes in multiple sclerosis patients, International Journal of Imuopathology and Oharmacology, vol. 27, no. 3, pp. 379-389, doi: 10.1177/039463201402700308
  32. Wu, X., et al. (2013), Major ozonated autohemotherapy promotes the recovery of upper limb motor function in patients with acute cerebral infarction, Neural Regeneration Research, vol. 8. is. 5, pp. 461-468, doi: 10.3969/j.issn.1673-5374.2013.05.010
  33. Clavo, B., et al. (2004), Ozone therapy on cerebral blood flow: a preliminary report, Evidence-based Complementary and Alternative Medicine, vol. 1, is. 3, pp. 315-319, doi: 10.1093/ecam/neh039
  34. Alekseevich, A., et al. (2017), Ozone therapy in the coprehensive treatment of diabetic foot syndrome, Biomedical & Pharmacological Journal, vol. 10, no. 4, pp. 1871-1878, doi: 10.13005/bpj/1306
  35. Bocci, V. et al. (2014), An integrated medical treatment for type-2 dibetes, Diabetes Metabolic Syndrome: Clinical Research & Reviews, no. 8, pp. 57-61, doi: 10.1016/j.dsx.2013.10.004
  36. Tirelli, U., et al. (2019), Ozone therapy in 65 patients with fibromyalgia: an effective therapy, European Review for Medical and Pharmacological Sciences, no. 23, pp. 1786-1788; 5
  37. Loconte, S. (2019), Primary fibromyalgia síndrome: a new holistic approach, Proceedings of the World Conference on Ozone Therapy in Medicine, Dentistry and Veterinary, Ancona, Italy
  38. Borelli, E., and V. Bocci (2002), A novel therapeutico option for chronic fatigue syndrome and fibromyalgia, Rivista Italiana di Oxxigeno-Ozonoterapia, no. 1, pp. 149-153
  39. Grechi, G. (2017), Ophthalmology: ozone therapy applied to dystrophic maculopathy, Ozone Therapy 2017, vol. 2, 6746, doi: 10.4081/ozone.2017.6746
  40. Borelli, E., et al. (2012), Effects of major ozonated autohemotherapy in the treatment of dry age related macular degeneration: a randomized controlled clinical study, Internatjonal Journal of Ophtalmology, vol. 5, no. 6, pp. 708-713, doi: 10.3980/j.issn.2222-3959.2012.06.11
  41. Tirelli, U., et al. (2018), Oxygen-ozone therapy as support and palliative therapy in 50 cancer patients with fatigue – a short report, European Review for Medical and Pharmacological Sciences, no. 22, pp. 8030-8033
  42. Luogo, M., et al. (2017), Possible therapeutic effect of ozone mixture on hypoxia in tumor development, Anticancer Research, no. 37, pp. 425,436, doi: 21873/anticanres.11334
  43. Borelli, E. (2012), Treatment of advanced non-small-cell lung cancer with oxygen ozone therapy and mistletoe: an integrative approach, European Journal of Integrative Medicine 4S, pp. 124-201, doi: 1016/j.eujim.2012.07.775
  44. Vélez, M. (2016), Terapia adyuante on ozono en paciente con cáncer de páncreas metastásico, Revista Española de Ozonoterapia, vol. 5, no. 1, pp. 21-31
  45. Hao, K., et al. (2019), Application of ozone therapy in interventional medicine, Journal of Interventional Medicine, no. 2, pp. 8-11, doi: 10.1016/j.jimed.2019.05.003
  46. Céspedes-Suárez, J., et al. (2018), Response of patients with chronic hepatitis B in one year of treatment with major autohemotherapy, Journal of Ozone Therapy 2018, vol. 2, no. 3, doi: 10.7203/jo3t.2.3.2018.11459
  47. Turkmen A., et al. (2015), Chronic hepatitis B and ozone therapy, Journal o Case Reports in Practice, vol. 3, no. 2 pp. 38-39
  48. Mawsouf, M., et al. (2012), Ozone therapy in patients with viral hepatitis C: ten years’ experience, Ozone: Science & Engineering: The Journal of the International Ozone Association, vol. 34, no. 6, pp. 451-458, doi: 10.1080/01919512.2012.720161
  49. Collado, M. (2018), Terapia integrativa-medicina biorreguladora para gonartosis en octogenarios, Revista Española de Ozonoterapia, vol. 8, núm. 1, pp. 153-164
  50. Franzini, M., and G. Lonita (2016), Possibility of oxygen-ozone therapy in the geriatric patient, Ozone Therapy 2016, vol. 1, 6471, doi: 10.4081/ozone.2016.6471
  51. Della, A., et al. (2016), Short time recovery from severe knee algodystrophy treated with ozone-oxygen autohemotherapy, Ozone Therapy 2016, vol. 2, 6473, doi: 10.4081/ozone.2016.6473
  52. Hidalgo-Tallón, F., y L. Torres (2013), Ozonoterapia en medicina del dolor, Revista de la Sociedad Española del Dolor, vol. 20, no. 6, pp. 291-300, doi: 10.4321/S1134-80462013000600003
  53. Davis, V. (2018), Clinical improveent of severe chronic acne conglobata. Case report, Revista Española de Ozonoterapia, vol. 8, no. 1, pp. 109-115
  54. Barone, P. (2017), Oxygen-ozone therapy in a multidisciplinary day surgery: design and applications, Ozone Therapy 2017, vol. 2, 7081, doi: 10.4081/ozone.2017.7081
  55. Seyam, O., et al. (2018), Clinical utility of ozone therapy for musculoskeletal disorders, Medical Gas Research, vol. 8, no. 3, pp. 103-110
  56. Bocci, V. (2006), Scientific and medical aspects of ozone therapy. State of the art, Archives of Medical Research, no. 37, pp. 425-435, doi: 10.1016/j.arcmed.2005.08.006
  57. Deng, L., et al. (2018), The effect of ozone on hypoxia, hemolysis and morphological change of blood from patients with aortic dissection (AD): a preliminary in vitro experiment of ozonated autohemotherapy for treating AD, American Journal of Translational Research, vol. 20, no. 10
  58. Giunta, R., et al. (2001), Ozonized autohemotransfusion improves hemorheological parameters and oxygen delivery to tissues in patients with peripheral occlusive arterial disease, Annals of Hematology, no. 80, pp. 745-748, doi: 10.1007/s002770100377
  59. Sagai, M., and V. Bocci (2011), Mechanisms of action involved in ozone therapy: Is healing induced via a mild oxidative stress?, Medical Gas Research, vol. 1, no. 29, 18 p., doi: 10.1186/2045-9912-1-29
  60. Clavo, b., et al. (2018), Ozone Therapy as Adjuvant for Cancer Treatment: Is Further Research Warranted? Evidence-based Complementary and Alternative Medicine, vol. 2018, art. ID 7931849, doi: 10.1155/2018/7931849
  61. Sancak, E., et al. (2016), Major ozonated autohemotherapy preconditioning ameliorates kidney ischemia-reperfusion injury, Inflammation, vol. 39, no. 1, pp. 209-217, doi: 10.1007/s10753-015-0240-z
  62. Terasaki, N., et al. (2001), Changes of Immunological Response after Experimentally Ozonated Autohemoadministration in Calves, Journal of Veterinary Medical Sciences, vol. 63, no. 12, pp. 1327-1330, doi: 10.1292/jvms.63.1327
  63. Wu, X., et al. (2018), Effects of major ozonated autoheamotherapy on functional recovery, ischemic brain tissue apoptosis and oxygen free radical damage in the rat model of cerebral ischemia, Journal of Cellular Biochemistry, vol.120, no. 4, pp. 6772-6780,doi: 10.1002/jcb.27978
  64. Pandolfi, S., et al. (2017), Effects of oxygen ozone therapy on cardiac function in a patient with a prior myocardial infarction, Ozone Therapy 2017, vol. 2, 6745, doi: 10.4081/ozone.2017.6745
  65. Clavo, B., et al. (2019), Modulation of oxidative stress by ozone therapy in the prevention and treatment of chemotherapy-induced toxicity: review and prospects, Antioxidants, vol. 8, no. 12, 588, doi: 10.3390/antiox8120588
  66. Onal, O., et al. (2015), Prophylactic ozone administration reduces intestinal mucosa injury induced by intestinal ischemia-reperfusion in the rat, Mediators of Inflammation, vol. 2015, 792016, doi: 10.1155/2015/792016
  67. Wang, L., et al. (2014), The protective effect of ozone oxidative preconditioning against hypoxia/reoxygenation injury in rat kidney cells, Renal Failure, Vol. 36, is. 9, pp. 1449-1454, doi: 10.3109/0886022X.2014.950934
  68. Tylicki, L., et al. (2003), The influence of ozonated autohemotherapy on oxidative stress in hemodialyzed patients with atherosclerotic ischemia of lower limbs, The International Journal of Artificial Organs, vol. 26, no. 4, pp. 297-303, doi: 10.1177/039139880302600404
  69. Barja, G. (2004), Free radicals and aging, Trens in Neurosciences, vol. 27, is. 10, pp. 505-600, doi: 10.1016/j.tins.2004.07.005
Dato de interés

Ozono: ozein
La palabra ozono deriva del vocablo griego ozein, que significa oler.

Famosos en ozonoterapia
Carlos Baute