Beneficios de la ozonoterapia

La ozonoterapia no sólo ha probado su eficacia sino que tiene el sustento científico necesario para usarla con seguridad en una gama terapéutica definida con precisión(1), dentro de la cual se encuentran  

enfermedades como: diabetes(2), hipertensión(1), enfermedades cardiovasculares(3), infecciones crónicas(4, 5)y psoriasis(6), entre otras muchas que aquejan a los mexicanos.

7 razones para incluir la ozonoterapia en tu vida

Aunque el ozonoterapia empezó a utilizarse de manera casi empírica(1, 7), durante las últimas cuatro décadas se han realizado importantes esfuerzos por examinarlo de manera científica tanto a nivel básico como clínico.

Gracias a este esfuerzo, hoy conocemos los mecanismos de acción mediante los cuales la ozonoterapia produce sus efectos biológicos y terapéuticos en el cuerpo humano(8).

Los efectos benéficos de la ozonoterapia en relación a la salud

Son muchos los efectos beneficiosos que tiene la ozonoterapia sobre la salud y su uso en la medicina cada vez es mayor.

Cientos de trabajos han sido publicados en las últimas décadas, destacándose entre sus principales efectos médicos el ser:

analgésico, antiinflamatorio, microbicida, regenerador tisular, cicatrizante, inmunomodulador y generador de una respuesta antioxidante.

Debido a todas éstas propiedades, la ozonoterapia ha sido ampliamente utilizado en un sin número de patologías con excelentes resultados entre las que podemos citar: 

las micosis u hongos de piel y uñas, infecciones de otros tipos en la piel, úlceras, infecciones crónicas, en los procesos de difícil cicatrización, en la medicina antienvejecimiento, en las enfermedades del aparato locomotor como artrosis, bursitis, tendinitis e incluso hernias discales, en la estimulación del sistema inmune y médula ósea, entre otros muchos más.

Efecto bactericida de la ozonoterapia

La velocidad con que el ozono médico mata a las bacterias es bastante mayor que la del cloro, debido a que, si bien ambos son oxidantes, el mecanismo de acción es diferente:

El ozono médico mata a la bacteria por medio de la ruptura de la membrana celular. 

Esta acción comienza la destrucción de la capacidad de la célula de funcionar y hasta puede ser suficiente para causar la muerte de células más débiles. 

La diferencia entre un efecto bactericida y un efecto bacteriostático reside en que un agente bactericida es capaz de matar a las bacterias y sin embargo, un agente bacteriostático no llega a matarlas pero si les impide reproducirse, frenando rápidamente el crecimiento de sus poblaciones.

imagen células

Una población de bacterias sin capacidad de reproducción es una población condenada a su desaparición.

Efecto viricida de la ozonoterapia

ilustracion germenes

Los virus, hoy considerados frontera entre los seres vivos y la materia inerte, no son capaces de vivir ni de reproducirse si no es parasitando células a las que finalmente destruyen.

A diferencia de las bacterias, los virus siempre son nocivos y provocan enfermedades tan comunes como son la gripe, el catarro, el sarampión, la viruela, la varicela, la rubéola, oliomelitis, hepatitis, etc.

El ozono médico actúa sobre los virus oxidando las proteínas de su envoltura y modificando así su estructura tridimensional. 

Al ocurrir esto, el virus no puede unirse a ninguna célula hospedadora, resultando inhibido. Sin reconocer su punto de anclaje y al encontrarse desprotegido, no puede reproducirse y muere.

Efecto protozoicida de la ozonoterapia

Algunos de los microorganismos, como la Giardia lamblia o el más infame Cryptosporidium, causante de la mayoría de las diarreas contraídas el día en que se visita una piscina, habitan prácticamente en todas las aguas que no dispongan de tratamiento por ozono médico. Incluso ha llegado a infectar a miles de usuarios de agua de red pública de grandes núcleos urbanos. Podemos considerar al ozono médico como el único desinfectante válido para su eliminación.

ilustracion-microorganismo giardia

Efecto fungicida de la ozonoterapia

ilustración candida albicans

Existen ciertos tipos de hongos que tienen la capacidad de provocar enfermedades. 

Otros muchos son capaces de ocasionar alteraciones en nuestros alimentos, haciéndolos inaceptables para su consumo, como es el caso del moho.

Las infecciones micóticas son causadas por hongos, los cuales son microscópicos y pueden habitar en la piel, las mucosas y otras partes del cuerpo.

La ozonoterapia oxida la pared celular de los hongos, rompiéndola y atacando directamente los constituyentes de los ácidos nucleicos (ADN y ARN).
Con la ozonización eliminaremos estas formas patógenas cuyas esporas están en todo tipo de ambientes, evitando así posibles daños celulares.

El estrés oxidativo y la ozonoterapia

El estrés oxidativo es causa de las principales enfermedades crónicas degenerativas de nuestra época, como la diabetes, el alzheimer, la dislipidemia, entre otras. 

La ozonoterapia es una muy buena herramienta para recuperar el equilibrio redox en nuestro cuerpo y ayudar a prevenir o controlar dichas enfermedades.

Efectos del estrés oxidativo
Si el organismo no tiene suficientes antioxidantes, ya sea porque consumimos pocos o porque los agotamos rápidamente, aparece el estrés oxidativo, que daña primero a las mitocondrias, lo que hace que tengamos menos energía para funcionar.

La poca energía que queda el organismo la invierte en tratar de reparar el daño, con lo que pierde su capacidad de respuesta y no puede tener un adecuado metabolismo

Es un círculo vicioso que daña la célula, luego los tejidos y por último las funciones del organismo. 

Hoy se piensa que los procesos orgánicos del envejecimiento e incluso el origen de casi todas las enfermedades crónicas conocidas y de alta prevalencia (desde el cáncer hasta los factores de riesgo cardiovascular) están íntimamente relacionados con el estrés oxidativo.

Causas del estrés oxidativo

  • Alimentación desequilibrada
  • Exposiciones solares prolongadas
  • Tabaquismo
  • Actividades deportivas de ejercicio intenso y de larga duración. 

Bibliografía

Pastor, Raúl.  IV Cátedra de Medicina Interna del Hospital de Clínicas “José de San Martín”.

Ríos de Molina, Maria del C. (2003) El estrés oxidativo y el destino celular. Departamento de Química Biológica, FCE y N, UBA.

Cornelli Umberto. Oxidación y antioxidantes. Loyola University Medical School Chicago. Dept. Pharmacology & Experimental Therapeutics

Schafer F, Buettner G (2001). «Redox environment of the cell as viewed through the redox state of the glutathione disulfide/glutathione couple». Free Radic Biol Med 30 (11): 1191-212

Corrales, Lucía Constanza; Muñoz Ariza, Maira María. (2012)  Estrés oxidativo: origen, evolución y consecuencias de la toxicidad del oxígeno. Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca. Bogotá, Colombia.